TEMA:
Calidad
de tiempo para los hijos.
OBJETIVOS:
- Reflexionar sobre la
necesidad de dedicar tiempo a los hijos.
- Tomar conciencia del
compromiso del padre con sus hijos.
- Invitar a los padres de
familia a valorar más el contacto cercano y permanente con los hijos que
entregar cosas materiales.
DESCRIPCIÓN:
A
partir de de un pensamiento – ilustrativo-, meditar sobre la importancia de
sacar y dedicar tiempo de calidad a los hijos.
PROCEDIMIENTOS:
- Entregar a cada participante el texto referido.
- Leer en voz alta el material (Plenaria).
- Cada persona responde:
- ¿Cómo se sintió?
- Analice la siguiente
afirmación y comente: «Es más importante la calidad de tiempo dedicado a los
hijos que la cantidad».
- ¿Qué significa dedicar
tiempo a los hijos?
- ¿Cree que «dar cantaleta
a los hijos es dialogar con ellos».
- ¿Qué piensa de los
padres que, con sólo dar cosas, expresan el amor a sus hijos?
- Mencione tres enseñanzas que le deja este ejercicio.
- Conclusiones:
«-
Papi, ¿cuánto ganas por hora?
- No me molestes que estoy ocupado, responde el papá con dureza.
- Papá, por favor, sólo dime ¿cuánto ganas por hora?
- Ochocientos pesos, responde el papá con severidad.
- Papá, ¿me podrías prestar cuatrocientos pesos?
- Vete a dormir y no canses, dice el papá encolerizado.
Cae la noche. El papá medita y se
siente culpable. Va al cuarto del pequeño y le dice en voz baja.
- Aquí tienes el dinero que me pediste.
El niño da las gracias, mete su mano
bajo la almohada y saca unos billetes.
- Ahora ya completé el dinero, tengo ochocientos pesos.
- Papi, ¿me podrías
vender una hora de tu tiempo?»
Autor Anónimo
PISTAS
PARA LA REFLEXIÓN:
-
Un pensador norteamericano decía: «Ningún éxito en la vida
puede compensar el fracaso de la vida familiar». Es necesario que los padres
revalúen, si es más importante la fortuna y el dinero, o el tiempo dedicado con
amor a dialogar y a interesarse auténticamente por los hijos.
-
Cuando se habla de «Tiempo» para los hijos, se corre el
riesgo de pensar que se hace referencia sólo a la cantidad. Muchos padres
permanecen con los hijos largas horas, pero carecen de un contacto íntimo,
cercano y amoroso. Por eso mejor dedicar pocas horas o pocos minutos con
calidad. El poco tiempo que tenga para darse a los hijos, que sea pletórico de
interés y con un mar de amor.
-
Cuando los hijos hablan, pueden hacerlo motivados por una
«pequeñez», desde nuestra óptica de adultos; sin embargo, a través de lo que
nosotros consideramos pequeñeces, ellos desean acercarse a nosotros, sentir que
tienen y cuentan con nosotros; y sobre todo, que los amamos.
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Gracias por capacitarse en la Escuela de Padres del Psicologo OSCAR SUAREZ