El tan polémico tema en que la
Arquidiócesis de cali responde al abogado defensor de unos niños por el abuso
sexual cometido por uno de sus sacerdotes plantea una situación la cual
acomodada a los intereses de quien lo vea genera diferentes interpretaciones.
No se puede desdeñar la suma de 8 270
millones de pesos que son la pretensión de la defensa y la cual ameritaría
cualquier argucia, incluso convertir el debate en un show mediático usando a
los niños y a la postre beneficiando el bolsillo del ilustre togado.
Que el cura MAZO fue el culpable de los
abusos y que debe responder no tiene ninguna discusión y que la iglesia como
institución tiene alguna responsabilidad, también podría considerarse, pero de
ahí a pensar que los padres de los menores fueron inocentes frente a los hechos,
no es admisible para ninguno que sea padre de familia.
No puede concebirse que dada la edad de
los niños 10 y 13 años puedan sus padres dejarlos pasar una noche, no sé
cuantas noches , en la casa de un hombre soltero .No creo que se pueda
considerar como una decisión responsable de padres de adolescentes el día de
hoy ,máxime cuando por el fenómeno de secularización, todos hoy en día hemos
despojado a los sacerdotes y ministros religiosos de ese hálito sagrado en el
que se les envolvía por allá en los años 50 y 60.
Hoy todos vemos los sacerdotes como
hombres comunes y corrientes y vulnerables a cualquier patología humana
incluyendo desordenes de carácter sexual
Por lo tanto cabe la pregunta: ¿ESTÁN
EXENTOS LOS PADRES DE ESOS NIÑOS DE ALGUNA RESPONSABILIDAD AL DEJARLOS PASAR LA
NOCHE EN LA CASA DE UN HOMBRE SOLTERO?
Eran muy crédulos, ingenuos o simplemente irresponsables.
Obvio que tampoco nos vamos al extremo de considerarlos como culpables del abuso
EL show mediático que tanto EL ESPECTADOR
como EL TIEMPO realizaron hoy en sus respectivos diarios han llevado la
discusión a plantearla en estos términos: LA IGLESIA le echa la
responsabilidad a los padres tratando de evadir la que le correspondería tanto
al cura como a la institución. Visto
de esta manera cualquier mente lúcida se despacharía en contra de tal despropósito.
Es obvio que existe la responsabilidad clara del cura abusador y de sus
superiores indirectamente al no tomar correctivos.
Para este psicólogo que lleva más de 8
años entrevistando a niños abusados sexualmente en Cámara de Gessel, y que
además realiza charlas y talleres con padres de familia no puede desconocerse
la responsabilidad de los padres en este hecho y en otros.
Debe castigarse al responsable pero no se
puede desconocer la omisión en la que pudieran haber incurrido los padres y
cuidadores.
He dicho en mis charlas y conferencia que
El estado se alegra cada vez que pueda sancionar ejemplarmente a un abusador,
pero que lo que pretende las políticas contra el abuso sexual infantil no
es llevar muchos niños y abusadores a los estrado judiciales sino antes por el
contrario que mientras menos niños sean abusados porque los padres y los entes
encargados de ello asi lo hayamos evitado seremos un estado más fuerte.
La lucha contra el abuso no solo
debe darse en el aparato judicial sino en las Redes que hagamos de prevención
en la que cada dia fortalezcamos a los padres de familia en su papel de
proteger y cuidar a sus hijos.
Por esa razón que el obispo Darío de Jesús
Monsalve mencione la responsabilidad de los padres no se puede tomar como que
le está quitando la responsabilidad directa al criminal.
La ley 1098 de 2006 también llamada CÓDIGO
DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA, en su artículo 10 considera que existe una cor
responsabilidad entre estado, familia y sociedad.
No sé cómo llamar a los papas de unos
niños de 10 y 13 años que les parece lo mas normal del mundo que sus hijos no
pernocten en sus casas sino que lo hagan en la casa de un hombre soltero, por
mas que en su religión sea considerado un sacerdote, no dejara de ser un hombre
soltero y vulnerable a cualquier extravío y los niños, sus hijos, los directos
proclives a ser afectos de ello.
En esta época están sucediendo hecho
nuevos e interesantes:Existe el maltrato infantil tanto como en los años anteriores,
pero en una nueva modalidad: Ya no se presentan con tanta frecuencia el que la
señora queme la mano de la niña que le robo una moneda de 500 pesos. Claro que
la locura todavía existe y no falta la loca o el loco que todavía lo hace .Pero
en grado menor.
Hoy día se presenta más el maltrato
infantil por negligencia, el cual también sanciona la ley. Se presenta más el
que los padres llevan a sus hijos a la escuela con piojos, no revisan sus
tareas escolares ,los dejan con vecinos y conocidos ,los dejan encerrados con
tal de irse a bailar, no les importa si inician su vida sexual con personas
mayores, no revisan sus celulares ,no previenen el consumo de sustancias
psicotrópicas ,no les importa de dónde sacaron un dinero que portan, y en fin
la lista es larga de la negligencia de los padres.
Por esa razón no es descabellado lo que
manifiesta el obispo de la responsabilidad de los padres en el hecho.
Dejo claro que no pretendo defender ni a
la iglesia ni al cura abusador. Se debe castigar al responsable.
Y tampoco se puede soslayar los interese
económicos en un litigio por reparación en el que el abogado, como todo
profesional va por lo suyo, y en esta discusión mediática seguramente se verá
beneficiado cuando con la ayuda de los periódicos más influyentes se castiga
las declaraciones del religioso que como todo gerente defiende los interese de
lo que se le confió.
En un análisis desprovisto de cualquier
sesgo debe reivindicarse la responsabilidad parental: Los padres debemos cuidar
y proteger a nuestros niños .Nada de cuentos que es con el padre o el pastor o
el rabino.
Son nuestros niños, indefensos, ingenuos e inocentes. Somos nosotros los que debemos cuidarlos, es nuestra responsabilidad
indelegable.
El argumento de que los padres se confiaron
que porque era el sacerdote es muy débil, porque al ser hijos de esta época en
la cual ya los curas no son los semidioses de antaño hemos desarrollado una desconfianza razonable hacia ellos y los pastores, al menos en estos temas, y es
saludable que así sea por la misma libertad de pensamiento que esta época ha
generado.
Por esa razón irse lanza en ristre contra
el arzobispo porque trato de preguntar dónde estaban los padres queriendo hacer
pensar a la opinión pública que el religiosos quería crear un sofisma culpando
a la víctima, es por demás muy desproporcionado y equivocado por las razones ya
expuestas