INSTRUCCIONES PARA LA ESCUELA DE PADRES

Programa ESCUELA DE PADRES virtual

https://www.youtube.com/watch?v=sC2yZjs6Nps   Estimado padre de familia Ha ingresado usted al blog de: ESCUELA DE PADRES VIRTUAL Por. Oscar ...

domingo, 6 de julio de 2025

"Dios Sí Escucha… ¿Y Nosotros? El Suicidio Silenciado del Padre Matthew"

 






"Cuando el Silencio Mata: El Grito No Escuchado del Padre Matthew y la Soledad de los Consagrados"

 

Por Oscar Suarez

 

La trágica muerte del Padre Matthew Balzano, de apenas 35 años, hallado sin vida junto al oratorio de Cannobio, en la diócesis de Novara (Italia),el dia 5 de julio de 2025, nos lanza un llamado urgente al alma. Un grito silenciado por el peso de las expectativas, por la frialdad de las críticas, por una Iglesia que aún necesita aprender a ser más madre que juez, más refugio que vitrina.

El Padre Matthew, como muchos jóvenes sacerdotes, seguramente llegó a su vocación con sueños vivos y un corazón dispuesto al servicio. Pero como lo muestran los testimonios, no encontró una comunidad que lo abrazara en su juventud e inexperiencia. Lo señalaron, lo compararon, lo cuestionaron por no aplaudir, por hacerlo “todo solo”, por supuestamente estar “matando la parroquia”. La crueldad disfrazada de exigencia terminó por aplastar su ánimo. No es la primera vez que la rigidez institucional se convierte en una carga insoportable.

Y aunque su partida duele, su muerte no puede quedar en el silencio del olvido. Es un llamado directo a la conciencia eclesial: el suicidio también existe en quienes lo entregan todo por Dios y por el prójimo. Los sacerdotes no son inmunes al dolor, a la soledad, a la angustia ni a la depresión. Su sotana no los blinda contra la tristeza. También ellos lloran en silencio. También ellos necesitan ser cuidados.

Vivimos en una época en la que la salud mental es aún un tema tabú, especialmente dentro de ambientes religiosos donde se espera fuerza, entrega, presencia constante… sin espacio para mostrarse vulnerable. Pero la muerte del Padre Matthew revela la urgencia de cambiar esa visión. No podemos seguir predicando compasión si no somos capaces de practicarla entre nosotros.

La Iglesia —y esto incluye a cada uno de nosotros como miembros de ella— debe revisar su forma de tratar a sus ministros, especialmente a los más jóvenes, los más sensibles, los más cuestionados. ¿Dónde están los espacios de desahogo emocional? ¿Dónde están los acompañamientos terapéuticos? ¿Dónde está la comunidad que no solo espera, sino que también cuida?

Su fallecimiento no solo nos invita a orar, sino a actuar. A prevenir el suicidio en todos los espacios, incluidos los más sagrados. A estar atentos a las señales de agotamiento, al aislamiento emocional, a las súplicas que no se expresan con palabras.

Reflexión final e invitación a la prevención del suicidio:

El suicidio es una realidad dolorosa, compleja, y muchas veces silenciosa. No respeta oficios ni vocaciones. Puede habitar en el corazón de un joven, de un padre de familia, de un religioso, o de un sacerdote que reza todos los días por otros, pero se queda sin fuerzas para orar por sí mismo.

A todos los fieles, a todas las comunidades: abramos el corazón. Escuchemos más. Juzguemos menos. Brindemos apoyo emocional, no solo liturgias.

Y a los sacerdotes, religiosos y religiosas que sienten que ya no pueden más: hablen, busquen ayuda, rompan el silencio. Dios no quiere su sufrimiento en soledad, quiere su vida, su paz y su plenitud.

El padre Matthew fue "El Sacerdote que Nadie Escuchó y con su muerte plantea la urgencia de Humanizar la Iglesia y Prevenir el Suicidio"

 





sábado, 17 de mayo de 2025

EL ADIOS A UN AMIGO


 

SILVIO, ESTA VEZ FUE TU CULPA


Por Oscar Suárez

Me he enterado, Silvio,
que has muerto.
Y de la peor forma.
Dicen que hace dos días,
te fuiste solo,
con tus libros,
tus juegos didácticos
y esos proyectos
que siempre parecían imposibles
para los sabios de corbata.

Te encontró la huesuda
como viniste al mundo:
desnudo,
sin más equipaje
que las preguntas sin respuesta,
los sueños sin horario
y la risa abierta
como un niño
jugando en el lodo de la vida.

Fuiste rebelde,
un conquistador de ideas,
explorador de sombras,
un Quijote sin Sancho,
que cambió las aulas
por el abismo
de la mente humana.
Renunciaste a la fila india
de los que esperan la pensión
como quien espera la muerte.

Tú no esperaste.
Tú corriste.

Abandonaste la literatura
para volverte psicólogo,
aunque nunca te importó
un título ni un escritorio.
Preferiste el hambre,
la soledad,
el vértigo de pensar.
Y también —sí, lo sé—
el amor clandestino
por las palabras que sanan.

Se me olvidaba, Silvio,
que eras un señor de nube,
hecho de humo,
hecho de sol.
Que devolviste a la vida
lo que te dio:
un efímero nombre,
un puñado de huesos,
y algo más…
Tu alma libre
puesta como semilla
en el corazón
de los que supimos
mirarte sin juzgar.

Nos dejaste tus risas,
tus locuras hermosas,
tu fe ridícula
en la esperanza,
en el poder inmenso
de una palabra bien dicha.

Hasta siempre,
Silvio Rey Rebolledo Manchola.
Esta vez sí fue tu culpa.
Te fuiste
como viviste:
solo, valiente,
y eterno.

Final del formulario

 

sábado, 3 de mayo de 2025

Ha muerto Francisco, el papa que incomodó al mundo desde el amor radical

 




Por Óscar Suárez

Ha muerto el papa Francisco, el argentino locuaz que por primera vez llevó a América Latina a ocupar la silla de Pedro. Su pontificado, lejos de pasar inadvertido, será recordado por sus gestos insólitos, sus palabras desconcertantes y una forma de ser papa que descolocó a muchos. A menudo, nadie entendía por qué actuaba así. Desconocían, entre otras cosas, que era jesuita.

Los jesuitas, miembros de la Compañía de Jesús, son una orden religiosa fundada en 1540 por un exsoldado español llamado Ignacio de Loyola. Pero más allá de sus orígenes, muchos ignoran que, en 1974, durante su Congregación General número 32, esta orden hizo una "opción preferencial por los pobres". No fue una sugerencia, fue un imperativo ético, como lo expresó con claridad su entonces superior general Pedro Arrupe. Esa opción marcó para siempre la vocación de Jorge Mario Bergoglio, como sacerdote, obispo, cardenal y, finalmente, papa.

Desde allí nace su compromiso inquebrantable con los excluidos. Francisco no abrazó a los homosexuales, a los presos ni a los pobres porque celebrara la homosexualidad, el delito o la miseria, sino porque comprendía que esos eran los rostros olvidados de Dios. Su mensaje fue siempre claro: también ellos son hijos del Padre.

Francisco no fue un teólogo brillante ni un filósofo elocuente. Lo suyo fue la pastoral. La pastoral que actúa, que bendice, que transforma el Evangelio en hechos tangibles. Tal vez por eso pronunció frases que escandalizaron a los teólogos y cardenales más ortodoxos. Como aquella que decía: “Toda religión puede llevar al hombre a Dios”. Para sus críticos, esa frase relativizaba el mensaje doctrinal de la Iglesia. Para Francisco, era simplemente una verdad práctica que se confirmaba en la vida de tantos hombres y mujeres de fe.

No le interesaban las disquisiciones abstractas. Él vivía en lo concreto. En el abrazo. En el servicio. En lo real. Así fue como pasó de las palabras a los hechos: hizo prefecta de un Dicasterio (algo así como un ministerio del Vaticano) a la monja Simona Brambilla, una decisión sin precedentes en la historia eclesial, donde esos cargos siempre habían sido reservados a cardenales varones. Para Francisco, revalorizar a la mujer no era hacer discursos; era darle poder real, con decisiones que cambiaran estructuras.

Tampoco se entendió —o no se quiso entender— que ordenara a los sacerdotes ofrecer una bendición pastoral (no sacramental) a las parejas homosexuales en su documento Fiducia Supplicans. No era una concesión ideológica. Era una respuesta desde su identidad de pastor que no excluye, sino que acoge a toda oveja herida.

Vivió sin lujos, rechazó la pompa vaticana, y con su testimonio desafió a obispos y sacerdotes a abandonar lo que él llamó la “psicología de príncipes”. Denunció como escándalo el uso de autos lujosos por parte del clero y se opuso firmemente a los "obispos de aeropuerto", más atentos al protocolo que al pueblo.

En esa misma fidelidad pastoral, enfrentó con valentía uno de los más dolorosos y oscuros capítulos de la Iglesia: los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Desde la residencia Santa Marta, Francisco afirmó con contundencia que “la Iglesia llora por los crímenes de abuso sexual” y calificó estos actos como “rituales satánicos”. No solo pidió perdón en nombre de toda la Iglesia, sino que dio pasos concretos: creó una comisión mundial para la protección de menores, integrada por mujeres y laicos, con el fin de atender a las víctimas y prevenir nuevos abusos. Con ello, marcó un antes y un después en la manera en que la institución aborda esta tragedia.

Su vida fue la puesta en escena del Evangelio en su forma más pura y más incómoda. Por eso, generó tanto rechazo como amor. Entendió que su misión no era custodiar dogmas vacíos desde escritorios dorados, sino estar junto a los más pequeños, como se lo pedirá algún día el Padre en el banquete prometido: porque cuando tuvo hambre, lo alimentaron; cuando estuvo preso, lo visitaron; cuando estuvo desnudo, lo cubrieron.

Francisco fue, más que un papa, un pastor. Y en esa fidelidad pastoral, quizás esté el mayor legado de su paso por la historia. Nos desafió a vivir la fe con hechos, y no con palabras. A amar, no a juzgar. A acoger, no a excluir. A vivir, en fin, el Evangelio con la radicalidad del amor.


Bendito seas, Papa Francisco.


sábado, 22 de febrero de 2025

La Solución que Propone Alcohólicos Anónimos

 




Ponencia: La Solución que Propone Alcohólicos Anónimos


Por OSCAR SUAREZ

Introducción

El alcoholismo es una enfermedad progresiva y crónica que afecta a millones de personas en el mundo. Alcohólicos Anónimos (A.A.) ha sido una fuente de esperanza y recuperación para quienes sufren de esta adicción. La solución que propone A.A. se basa en un programa espiritual y práctico, detallado en su literatura oficial. En esta ponencia, analizaremos dicha solución citando los textos fundamentales de A.A.

1. Reconocimiento del Problema y Admisión de la Impotencia

El primer paso en el camino de la recuperación es aceptar la propia impotencia ante el alcohol. En el libro "Alcohólicos Anónimos", conocido como el "Libro Grande", se establece claramente:

“Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables” (A.A., 2008, p. 59).

Este reconocimiento es esencial para abrir la puerta al cambio y a la recuperación.

2. La Fe en un Poder Superior

A.A. no impone una creencia religiosa, pero sí enfatiza la necesidad de confiar en un Poder Superior, como cada persona lo conciba. En el capítulo "We Agnostics" del Libro Grande, se afirma:

“Algunos de nosotros llegamos a creer en un Poder Superior después de haber pasado por muchas dificultades, pero cuando nos rendimos, encontramos paz” (A.A., 2008, p. 47).

Esta apertura a una fuerza mayor ayuda a los miembros a liberarse del control del alcohol.

3. La Acción a Través de los Doce Pasos

El programa de A.A. se basa en los Doce Pasos, que incluyen hacer un inventario moral, admitir errores y enmendar daños pasados. En "Doce Pasos y Doce Tradiciones", se enfatiza:

“El inventario moral nos permite descubrir nuestras debilidades y fortalezas con honestidad” (A.A., 2008, p. 64).

Este proceso de autoconocimiento y cambio es clave para la recuperación.

4. El Apoyo de la Comunidad

El compañerismo en A.A. es fundamental. Como se menciona en el Libro Grande:

“Rara vez hemos visto fracasar a alguien que ha seguido nuestro camino con sinceridad” (A.A., 2008, p. 58).

El apoyo de otros miembros proporciona la motivación y el ejemplo necesarios para mantenerse sobrio.

Conclusión

La solución de A.A. no es simplemente dejar de beber, sino transformar la vida a través de un proceso espiritual y práctico. Con el apoyo de la comunidad, la aplicación de los Doce Pasos y la fe en un Poder Superior, millones han encontrado una nueva manera de vivir. Como dice el Libro Grande:

“Hemos encontrado un modo de vivir que realmente funciona” (A.A., 2008, p. 25).

Esta solución ha demostrado ser efectiva a lo largo de décadas y sigue brindando esperanza a quienes buscan la recuperación del alcoholismo.

Reflexión sobre la Solución que Propone Alcohólicos Anónimos

Alcohólicos Anónimos (A.A.) ha sido, desde su fundación en 1935, una de las herramientas más efectivas para la recuperación del alcoholismo. Su programa basado en los Doce Pasos ha permitido que más de dos millones de personas en el mundo logren mantenerse sobrias y reconstruyan sus vidas. Sin embargo, el éxito de esta solución no radica simplemente en asistir a reuniones, sino en la aplicación sincera y comprometida del programa propuesto.

Uno de los principios fundamentales de A.A. es que la recuperación es un proceso personal basado en la voluntad del individuo. La comunidad no impone normas obligatorias, sino que sugiere un camino probado que ha ayudado a millones. No obstante, la naturaleza sugerida del programa puede llevar a que muchos miembros no alcancen una recuperación plena. Esto se debe a que algunos se limitan a la asistencia a reuniones sin poner en práctica los Doce Pasos ni en buscar el despertar espiritual que estos conllevan.

La admisión de la propia impotencia ante el alcohol es solo el primer paso. Para una recuperación efectiva, es crucial avanzar en el proceso de autoconocimiento, enmendar los errores pasados y establecer una conexión con un Poder Superior. Como menciona el Libro Grande: “Rara vez hemos visto fracasar a alguien que ha seguido nuestro camino con sinceridad” (A.A., 2008, p. 58). Sin embargo, muchos miembros encuentran difícil rendirse a este proceso y enfrentarse a sus defectos de carácter, lo que puede generar recaídas o una recuperación parcial.

Otro aspecto clave es la acción. La comunidad de A.A. proporciona un entorno de apoyo, pero la verdadera transformación ocurre cuando el individuo se compromete con su crecimiento personal. La pasividad o la mera asistencia a reuniones pueden generar una sensación de pertenencia, pero no necesariamente un cambio real. Es por esto que algunos miembros siguen luchando con los mismos problemas emocionales y de comportamiento, a pesar de años de participación en el programa.

En conclusión, Alcohólicos Anónimos ofrece una solución eficaz para el alcoholismo, pero su éxito depende del grado de compromiso que cada persona tenga con el programa. Existen más de dos millones de personas recuperadas en el mundo gracias a la aplicación de los Doce Pasos, lo que demuestra que el método funciona. Sin embargo, aquellos que no implementan activamente el programa pueden quedarse estancados en sus defectos de carácter y no experimentar una recuperación completa. La verdadera solución no es solo la abstinencia, sino una transformación profunda que solo se logra con entrega y acción constante.

 Ponencia presentada en el grupo NUEVA VIDA de la ciudad de Cali,el dia sabado 22 de febrero de 2025

 

 

domingo, 1 de diciembre de 2024

TRANSFERENCIA Y CONTRA TRANSFERENCIA EN LA INTERACCION CON ACUSADOS, USUARIOS Y PACIENTES

 






La Transferencia y Contratransferencia en las Relaciones entre, Jueces. Comisarios de Familia, Fiscales, medicos y acusado, usuarios y pacientes

Por


Oscar Suárez


Los conceptos de transferencia y contratransferencia suelen asociarse a contextos terapéuticos, pero también son relevantes en las interacciones profesionales que se dan en instituciones como comisarías de familia, fiscalías, hospitales y otras entidades donde se trabaja con personas en situación de vulnerabilidad. En estas relaciones, las emociones y las proyecciones inconscientes pueden influir significativamente en la calidad del servicio y en los resultados de las intervenciones.

Transferencia en el contexto institucional

La transferencia ocurre cuando una persona atendida (usuario) proyecta emociones, expectativas y recuerdos de sus experiencias pasadas en el personal asistencial o funcionarios de estas dependencias. Por ejemplo, un usuario que acude a una comisaría de familia buscando ayuda puede idealizar al funcionario o verlo como una figura autoritaria basada en sus vivencias infantiles con sus padres u otras figuras de autoridad.

Estas proyecciones pueden incluir:

  • Expectativas de protección o salvación.
  • Admiración excesiva o confianza ciega.
  • Resentimientos hacia figuras de autoridad, que se manifiestan como rechazo o desconfianza.

Un ejemplo frecuente se da en hospitales, cuando pacientes depositan en los médicos o enfermeros la expectativa de “resolverlo todo”, ignorando las limitaciones del sistema de salud o de los propios profesionales. En las fiscalías, un usuario puede proyectar rabia o frustración debido a experiencias pasadas negativas con la justicia, dificultando el desarrollo del caso.

Transferencia y contratransferencia en el ámbito judicial

Al igual que en los hospitales, las emociones de los jueces frente a los acusados pueden explicarse desde los conceptos de transferencia y contratransferencia:

  • Transferencia: Los jueces pueden proyectar en los acusados emociones relacionadas con experiencias previas, como el recuerdo de injusticias que ellos mismos han vivido o presenciado.
  • Contratransferencia: Las actitudes de los acusados pueden evocar emociones intensas en los jueces, ya sea rabia, frustración o, en casos más complejos, incluso compasión.

Por ejemplo, un acusado que niega su responsabilidad o muestra indiferencia puede evocar en el juez una respuesta emocional vinculada con experiencias pasadas en las que se enfrentó a personas que no asumieron las consecuencias de sus actos.

Implicaciones de estas emociones en la administración de justicia

Si bien las emociones son una respuesta natural en los seres humanos, en el contexto judicial pueden convertirse en un obstáculo si no se gestionan adecuadamente. Algunos riesgos incluyen:

  1. Pérdida de imparcialidad: Las decisiones judiciales pueden verse influenciadas por emociones intensas, llevando a juicios que no se ajusten a los principios de justicia.
  2. Desconfianza en el sistema: Las manifestaciones de enojo o rabia pueden ser percibidas por los acusados, abogados o el público como señales de parcialidad, lo que puede minar la confianza en el sistema judicial.
  3. Impacto en la salud mental del juez: La acumulación de emociones negativas puede generar estrés, agotamiento y, en casos graves, síndrome de burnout.

Contratransferencia en el personal asistencial

La contratransferencia ocurre cuando el profesional reacciona emocionalmente a las proyecciones del usuario. Esto puede ser inconsciente y reflejar sus propios miedos, inseguridades o vacíos emocionales. En las comisarías de familia, por ejemplo, un funcionario puede responder de manera excesivamente protectora hacia un usuario porque este le recuerda a un familiar vulnerable.

De igual forma, un médico o psicólogo que se enfrente al resentimiento o frustración de un paciente puede experimentar rechazo o impaciencia, distorsionando la percepción que tiene del caso y afectando la calidad de la atención.

Si el personal no identifica y gestiona adecuadamente estas emociones, puede generarse un vínculo poco saludable entre el profesional y el usuario, lo que podría comprometer la efectividad de la intervención.

Implicaciones en las relaciones institucionales

En el trabajo colaborativo entre estas dependencias (comisarías, fiscalías, hospitales, etc.), la transferencia y contratransferencia no solo ocurren entre usuarios y profesionales, sino también entre los mismos equipos de trabajo. Por ejemplo:

  • Un trabajador social de una comisaría de familia puede desarrollar dependencia emocional hacia un médico del hospital con quien trabaja estrechamente, proyectando expectativas que van más allá de lo profesional.
  • Un fiscal puede sentirse frustrado con un médico que no entrega un informe en el tiempo esperado, proyectando en él resentimientos previos hacia colegas que le han fallado.

Estas dinámicas pueden obstaculizar la coordinación efectiva entre instituciones si no se abordan de manera consciente.

Reacciones de los Jueces: Rabia o Molestia Frente a los Acusados

En el ámbito judicial, las emociones también juegan un papel importante, aunque a menudo se espera que los jueces actúen de manera estrictamente imparcial y objetiva. Sin embargo, situaciones emocionalmente intensas, como enfrentarse a acusados que han cometido crímenes graves o que muestran actitudes de desafío, pueden provocar respuestas emocionales en los jueces, como rabia, molestia o frustración. Estas reacciones, si no son reconocidas y gestionadas, pueden afectar la toma de decisiones y la percepción de justicia.

Causas de las reacciones emocionales en los jueces

  1. Naturaleza del delito: Los crímenes que involucran violencia extrema, abuso infantil, feminicidios o actos que atentan contra los valores humanos fundamentales suelen generar una fuerte reacción emocional en los jueces.
  2. Conducta del acusado: Actitudes desafiantes, falta de remordimiento o cinismo por parte de los acusados pueden evocar enojo o molestia en los jueces, quienes podrían percibir esto como una falta de respeto hacia la ley o hacia las víctimas.
  3. Carga emocional del caso: Algunos casos tienen un fuerte impacto mediático o social, lo que puede añadir presión al juez y generar emociones adicionales como frustración o enojo.
  4. Identificación personal: En algunos casos, el juez puede identificarse inconscientemente con las víctimas, sus familias o incluso con el acusado, lo que puede intensificar sus reacciones emocionales.
  5. Fatiga laboral: Los jueces, al igual que otros profesionales, no están exentos de la fatiga emocional. La exposición constante a casos difíciles puede aumentar la probabilidad de que experimenten rabia o molestia frente a situaciones que perciben como injustas o moralmente reprochables.

Manifestaciones de la rabia o molestia en los jueces

  • Lenguaje verbal o corporal: Aunque se espera que los jueces mantengan un tono neutral, a veces pueden expresar su enojo mediante comentarios directos hacia el acusado, el uso de un lenguaje más severo o mediante gestos como fruncir el ceño, suspirar o interrumpir al acusado.
  • Decisiones punitivas: La molestia o rabia puede traducirse en decisiones más duras, como imponer penas máximas o condiciones más restrictivas durante el proceso judicial.
  • Dificultad para escuchar: El enojo puede limitar la capacidad del juez para escuchar con objetividad los argumentos de la defensa o incluso la declaración del acusado.

Estrategias para la gestión de las emociones en los jueces

  1. Autoconciencia emocional: Los jueces deben reconocer sus emociones y reflexionar sobre el origen de estas, preguntándose si provienen del caso en cuestión o de experiencias personales previas.
  2. Formación en inteligencia emocional: Capacitar a los jueces en habilidades de autorregulación emocional puede ayudarlos a manejar mejores situaciones que generen rabia o molestia.
  3. Supervisión y apoyo profesional: Espacios de supervisión psicológica o de diálogo entre jueces pueden servir para compartir experiencias y procesar las emociones derivadas de casos difíciles.
  4. Mantenimiento de la neutralidad: Desarrollar estrategias específicas, como el uso de lenguaje neutral y la concentración en los hechos objetivos del caso, puede ayudar a reducir el impacto de las emociones en la toma de decisiones.
  5. Autocuidado: Promover el autocuidado físico, emocional y psicológico de los jueces es fundamental para garantizar su bienestar y la calidad de su labor.

Gestión de la transferencia y contratransferencia

La conciencia y gestión de estas dinámicas emocionales es fundamental para garantizar relaciones profesionales sanas y efectivas:

  1. Autoconocimiento: El personal de estas instituciones debe estar consciente de sus propias emociones, miedos y vacíos. Esto puede lograrse a través de procesos de formación continua, supervisión o apoyo psicológico para los profesionales.
  2. Límites claros: Es crucial establecer límites profesionales con los usuarios y entre equipos de trabajo para evitar involucrarse emocionalmente más allá de lo adecuado.
  3. Capacitación en habilidades emocionales: Talleres sobre inteligencia emocional y manejo de conflictos pueden ser útiles para identificar y gestionar las proyecciones emocionales.
  4. Trabajo en red: La colaboración entre dependencias debe incluir espacios de reflexión y apoyo mutuo, donde se aborden posibles tensiones o malentendidos derivados de las transferencias emocionales. 

En resumen

La transferencia y la contratransferencia son fenómenos emocionales que afectan las relaciones entre usuarios y profesionales en juzgados, comisarías de familia, fiscalías, hospitales y otras instituciones. Aunque pueden ser obstáculos si no se gestionan adecuadamente, también pueden convertirse en herramientas valiosas para comprender mejor las necesidades de los usuarios y fortalecer las relaciones entre instituciones.

Es vital que el personal asistencial, tanto individualmente como en equipo, reconozca y maneje sus propias emociones para brindar un servicio más humano, efectivo y profesional

Los jueces, como seres humanos, no están exentos de experimentar rabia o molestia frente a los acusados, especialmente en casos con alta carga emocional. Estas reacciones son naturales, pero es fundamental que sean reconocidas, gestionadas y controladas para evitar que afecten la imparcialidad del proceso judicial y la percepción de justicia. El fortalecimiento de habilidades emocionales y el acceso a espacios de apoyo profesional son herramientas clave para garantizar que las emociones no interfieran con la misión central de los jueces: impartir justicia de manera objetiva, equitativa y humana.

 

Final del formulario

 

sábado, 19 de octubre de 2024

ANALISIS PSICOLOGICO DEL ASESINO DE LA NIÑA SOFIA DELGADO ZUÑIGA

 


Por

OSCAR SUAREZ


El perfil psicológico de un asesino como Brayan Snaither Campo Pillimué, quien confesó el homicidio y posible abuso sexual de la niña Sofía Delgado Zúñiga, puede mostrar características asociadas a personalidades antisociales, psicopáticas, y tendencias sádicas. Este análisis se basará en los hechos mencionados sobre su crimen y antecedentes:

1. Desensibilización y Frialdad Emocional:

  • La frialdad con la que Campo Pillimué reconoció su crimen indica un desapego emocional y falta de empatía. Individuos con estas características no muestran remordimiento o culpa por el sufrimiento infligido, lo que refleja una desconexión emocional con las víctimas y una visión utilitaria o deshumanizada de los demás.

2. Historial de Comportamiento Depredador:

  • El hecho de que el hombre ya tuviera antecedentes de conducta sexual depredadora y aún así continuara libre muestra su tendencia a reincidir y actuar de manera predatoria. Un historial de delitos sexuales y violencia sugiere un patrón de comportamiento basado en la dominación, control y, probablemente, sadismo, donde el agresor obtiene placer a través del sufrimiento de otros.

3. Narcisismo y Sentido de Superioridad:

  • Los agresores de este tipo a menudo tienen rasgos narcisistas, lo que implica un sentido de superioridad y la creencia de que tienen derecho a explotar a los demás. Este narcisismo puede llevarlos a actuar de manera egoísta, manipuladora y sin consideración por las consecuencias de sus actos en las víctimas o la sociedad.

4. Impulsividad y Búsqueda de Sensaciones:

  • El asesinato y posible abuso sexual de la menor en el mismo día de su desaparición señala impulsividad y una búsqueda de gratificación inmediata. Es probable que Campo Pillimué no haya planeado meticulosamente el asesinato, sino que su comportamiento haya sido impulsado por deseos o necesidades inmediatas de poder y control, satisfaciendo impulsos sexuales violentos en el proceso.

5. Cooperación en el Crimen:

  • El posible involucramiento de su esposa en el crimen muestra una capacidad para manipular a su entorno o una relación de complicidad donde ambos compartían valores disfuncionales o desequilibrados. En casos de asesinatos cometidos por parejas, es frecuente que una de las partes (generalmente el hombre) controle y domine la dinámica, aunque la complicidad de la esposa sugiere una posible psicopatía compartida o relaciones de dependencia patológica.

 

6. Sadismo y Crueldad:

  • La "sevicia" o extrema crueldad mencionada en el informe indica una inclinación hacia el sadismo, un disfrute o gratificación en infligir dolor físico o psicológico. Este nivel de crueldad suele estar vinculado a trastornos de personalidad severos, donde el perpetrador encuentra placer en la degradación o destrucción de la vida humana.

7. Desprecio por las Normas Sociales:

  • El hecho de que el asesino fuera conocido en la comunidad y pudiera interactuar con la víctima sin levantar sospechas iniciales muestra una falta de respeto por las normas sociales. La proximidad a la víctima (el tendero que ella visitaba) indica que él era capaz de actuar de manera "normal" mientras ocultaba su verdadera naturaleza depredadora.

8. Posible Psicopatía:

  • La combinación de falta de remordimiento, frialdad emocional, impulsividad, y reincidencia en delitos graves sugiere un diagnóstico potencial de psicopatía. Los psicópatas suelen ser manipuladores, insensibles al sufrimiento ajeno, y hábiles para ocultar sus intenciones, lo que les permite operar dentro de la sociedad mientras cometen actos atroces.

Sobre la presencia reiterada del nombre SOFIA en sus victimas

 

9. El hecho  en el que un asesino confeso de una niña llamada Sofía Delgado Zúñiga tiene una hija con el mismo nombre y además intentó secuestrar a otra niña llamada Sofía, es un elemento que resulta inquietante y puede tener varias implicaciones psicológicas y simbólicas.

  1. Repetición del nombre: La repetición del nombre "Sofía" entre su hija, la niña a quien intentó secuestrar, y la víctima a quien asesinó, podría no ser una coincidencia simple. Este patrón podría indicar una obsesión o fijación del perpetrador con este nombre, lo cual puede estar ligado a factores personales, psicológicos, o incluso traumáticos que deben ser evaluados. El nombre Sofía, que en griego significa "sabiduría", podría tener algún significado emocional o simbólico profundo para el criminal, desencadenando ciertos comportamientos compulsivos.
  2. Confusión emocional: El hecho de que el asesino tenga una hija con ese nombre y que además elija o se fije en víctimas con el mismo nombre podría apuntar a una confusión psicológica y emocional grave. Es posible que su percepción de las niñas con este nombre se vea distorsionada, proyectando en ellas sentimientos o conflictos internos no resueltos, lo que podría llevar a un comportamiento violento o destructivo. Esto se podría interpretar como una proyección de sus propios miedos o fantasías hacia su hija u otras niñas con el mismo nombre.
  3. Componente simbólico o ritual: A veces, los depredadores sexuales o asesinos en serie presentan patrones que tienen componentes simbólicos o rituales. El nombre "Sofía" podría representar algo más allá de lo evidente para el asesino, y la repetición del nombre podría ser una forma de reafirmar ese simbolismo en su mente. Este tipo de comportamiento, en el contexto del crimen, suele estar asociado con un trastorno psicológico severo, posiblemente relacionado con traumas de la infancia, fantasías patológicas, o mecanismos de control y dominación.
  4. Patología mental: La fijación en un nombre específico podría ser un indicador de una psicopatología que debe investigarse más a fondo. Este tipo de comportamiento sugiere la presencia de un trastorno mental, tal vez relacionado con el control o la necesidad de repetir ciertos patrones que el criminal percibe como importantes o significativos. El hecho de que tenga una hija con el mismo nombre también podría reflejar distorsiones en su apego emocional o en su manera de entender las relaciones humanas.

Este tipo de hechos suelen requerir un análisis profundo desde el ámbito de la criminología y la psicología forense para entender si la elección del nombre es solo una coincidencia o si se trata de un patrón que refleja aspectos más oscuros y ocultos en la mente del perpetrador. La repetición del nombre "Sofía" podría ser una ventana al estado psicológico del criminal y a los motivos detrás de sus acciones.

 

10. Falta de Intervención Temprana

  • Muchas personas que cometen crímenes tan atroces muestran signos de comportamiento problemático desde una edad temprana, como violencia hacia animales, conductas antisociales o problemas de autocontrol. Si estos comportamientos no son abordados a tiempo con intervención psicológica o educativa, pueden escalar con el tiempo. En el caso de Brayan Snaither Campo Pillimué, la falta de intervención por parte del sistema judicial, que permitió que continuara en libertad a pesar de su historial de depredación sexual, probablemente alimentó su conducta delictiva. Al no enfrentar consecuencias severas o rehabilitadoras, el individuo puede ver sus comportamientos como aceptables o incluso "normales" dentro de su contexto personal.

11. Deshumanización de la Víctima

  • Una característica común entre aquellos que cometen crímenes violentos es la capacidad de deshumanizar a sus víctimas, viéndolas no como seres humanos con emociones, sino como objetos o medios para satisfacer sus deseos violentos o sexuales. En casos como el de Campo Pillimué, esta deshumanización puede haber sido facilitada por un proceso gradual de indiferencia hacia el sufrimiento ajeno, que a menudo se desarrolla en personas con trastornos de personalidad antisocial o psicopatía. El hecho de que la víctima fuera una niña inocente puede haber intensificado esta percepción de vulnerabilidad y facilidad de manipulación, llevándolo a cometer el crimen con mayor frialdad.

12. Círculos de Violencia y Abuso en la Infancia

  • Muchos agresores sexuales y homicidas crecieron en entornos donde la violencia, el abuso o la negligencia eran comunes. Aunque no es excusa, el haber sido testigo o víctima de abuso durante la infancia puede crear un ciclo de violencia, donde la persona internaliza patrones disfuncionales de comportamiento. Algunos estudios sugieren que los traumas infantiles no tratados pueden predisponer a las personas a desarrollar conductas antisociales o agresivas en la edad adulta. Si Campo Pillimué fue expuesto a este tipo de entorno, podría haber reforzado una percepción distorsionada de las relaciones humanas y la violencia como herramienta de control o gratificación.

13. Ausencia de Sentido de Responsabilidad Social o Moral

  • Campo Pillimué mostró una gran frialdad al confesar su crimen, lo que puede indicar una total falta de responsabilidad moral o social. Las personas con trastornos antisociales o psicopáticos suelen carecer de un sentido del deber o respeto hacia las normas y reglas sociales. Para ellos, las leyes y las normas morales son irrelevantes, lo que les permite actuar sin sentir remordimiento o culpa. En su mente, sus acciones pueden estar justificadas, o bien no sienten ningún tipo de conexión emocional con las normas sociales que dictan lo que es correcto o incorrecto.

14. Relación con Cómplices

  • El hecho de que su esposa también estuviera involucrada en el crimen indica que podría haber una dinámica compleja entre ambos. En algunos casos, el autor principal del crimen puede tener una influencia dominante sobre el cómplice, lo que puede crear un ambiente donde los crímenes violentos se cometen en conjunto. La coacción emocional o psicológica puede ser un factor, así como una relación de dependencia patológica, en la que uno de los individuos (o ambos) obtiene algún tipo de satisfacción al participar en actos delictivos conjuntos. La participación de su esposa sugiere una relación disfuncional con una posible mutualización de conductas desviadas.

15. Factores de Riesgo en la Comunidad y el Contexto Social

  • El entorno social y comunitario puede desempeñar un papel importante en la ocurrencia de crímenes violentos. En comunidades donde existe un bajo nivel de vigilancia social, una alta tolerancia a la violencia o una desconfianza en el sistema judicial, los delincuentes pueden sentir que sus crímenes quedarán impunes. Si el contexto en el que vivía Campo Pillimué no ofrecía suficientes mecanismos para detectar y detener comportamientos problemáticos, esto podría haber facilitado su capacidad para continuar con sus acciones delictivas.

16. Dificultad para Formar Vínculos Saludables

  • Los agresores sexuales y homicidas a menudo presentan una marcada incapacidad para formar relaciones interpersonales saludables. Esto puede estar relacionado con problemas de desarrollo emocional, traumas, o trastornos mentales que limitan su capacidad para sentir empatía o apego emocional hacia los demás. Campo Pillimué, al ser un depredador sexual, probablemente tenía dificultades para relacionarse de manera sana con otras personas, lo que lo llevó a ver a los demás como objetos de su satisfacción, en lugar de seres humanos con derechos.

17. Impotencia y Violencia como Expresión de Frustración

  • En muchos casos, la violencia extrema es una manifestación de sentimientos de impotencia o frustración. Las personas que se sienten excluidas, ignoradas o sin control sobre su vida pueden volcar esa frustración en actos de violencia como una forma de recuperar un sentido de poder. La violencia, en estos casos, no solo satisface una necesidad patológica, sino que también actúa como un mecanismo de escape o de autoafirmación.

Conclusión Final:

El caso de Brayan Snaither Campo Pillimué representa una conjunción de factores individuales, sociales y psicológicos que culminaron en un acto de extrema violencia y sevicia. Desde un posible trastorno de personalidad hasta la influencia de un entorno social permisivo y la ausencia de castigo por conductas delictivas anteriores, se observa una escalada progresiva hacia la brutalidad. Su capacidad para deshumanizar a su víctima, la frialdad emocional con la que actúa y su historial de violencia sexual previa sugieren una personalidad profundamente perturbada, marcada por la falta de empatía y el desprecio por las normas morales y sociales.

Es fundamental que la sociedad y las instituciones actúen con prontitud ante comportamientos delictivos tempranos, con el fin de evitar que se repitan tragedias similares. Esto incluye la necesidad de reformar los sistemas de justicia para asegurar que los depredadores sexuales y violentos reciban el tratamiento adecuado y las consecuencias legales antes de que puedan continuar su escalada de violencia.