LA LOCURA EXISTE

 

Hay una pregunta muy antigua para la psicología. ¿Existe un instrumento capaz de medir la locura y diferenciarla ampliamente de la cordura? Parece que los límites entre la sanidad mental y los estados de perturbación mental no son muy claros salvo que existan conductas extremas que dejen en evidencia condiciones anómalas de las personas como para ser diagnosticadas como tales. Muchas personas exhiben comportamientos un tanto excéntricos, que sin embargo no serían suficientes como para ser diagnosticados como esquizofrénicos

Hoy en día los psicólogos están claros que no existe un estado llamado normal, pues esto supondría la existencia de un patrón de conductas que serian referentes para determinar la sanidad mental.Este patron no existe.

Lo que no se puede negar hoy en día ni antes es que existe la locura o llamada técnicamente estados psicóticos como esquizofrenia y paranoia.

 La revista Semana de Colombia publico el día 23 de diciembre de 2022 el caso de un canadiense llamado Paul, de 59 años de edad, casado y con siete hijos, que se divorció pues según El, se auto percibía como una niña de seis años tomando el nombre de Stefonknee Wolscht.Dice la noticia que fue adoptado por un par de abuelos reconociéndole como la tal niña de esa edad (De momento, no se sabe si la exesposa de Wolscht pueda interponer alguna acción legal para hacerlo responder por sus hijos o cómo pueda manejar el tema la justicia canadiense.)

La misma revista en su edición del dia 18 de septiembre de 2023 referencia un video de amplia difusión en las redes, que da cuenta de un grupo de mil jóvenes en Alemania que reclamaban ante el estado ser reconocidos como perros.

 Estos dos casos para no ahondar demasiado dejan en evidencia un fenómeno francamente caricaturesco en donde se pone a prueba la validez de los métodos psiquiátrico y psicológicos para determinar la salud mental y la fuerza del estado para permitir situaciones que traspasan las barreras de la lógica y el sentido común en detrimento del bienestar común.

 Es real que no existen los instrumentos con la suficiente confiablidad y validez para medir la cordura y determinar la locura, sin embargo, también es cierto que no se necesita ser el más encumbrado psicólogo como para avizorar la presencia de la locura, porque un señor casado de 59 años, que dice ser una niña de seis años ya está mostrando una distorsión de la realidad que no necesita ser demostrada.

 Jóvenes que dicen ser perros es la más evidente muestra de que la locura existe y campea por los ámbitos sociales pidiendo ser llamada con eufemismos de trans especie.

 Llama la atención que la comunidad científica del comportamiento humano no se pronuncie ante estos hechos que no necesitan de preparación académica para ser calificados como perturbaciones mentales y los actores de los mismos recluidos en centros de hospitalización o al menos ser administrados con medicamentos psiquiátricos. Muy diferente es el caso de las conductas de disforia de género que llevan a la transexualidad ya conocidas

Hoy se está adoleciendo del sentido común y de la sana lógica tal como lo plantea el holandés Hans Cristian Andersen en su cuento el traje nuevo del emperador

es un cuento clásico que narra la historia de un emperador vanidoso engañado por dos astutos tramposos que dicen fabricar un traje invisible, que solo lo podian ver personas inteligentes. El emperador, temiendo ser considerado estúpido, finge ver el traje y desfila desnudo ante su pueblo. Sin embargo, un niño inocente revela la verdad, lo que hace que la gente se dé cuenta de su propia falsedad y la ridiculez del emperador. La historia enseña lecciones sobre la honestidad, la vanidad y la importancia de la verdad.

 

A la sociedad actual le está ocurriendo lo mismo que al emperador del cuento de Andersen, que para no ser percibidos como discriminadores o al contrario ser aceptados como  open mind guardan silencio ante estos hechos absurdos

 

La locura existe y hasta un niño la ve, asi como lo hizo ante la desnudez del emperador estúpido 

 

OSCAR SUAREZ

Abril 9 de 2024