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domingo, 18 de agosto de 2024

Cero ambiciones, cero ostentaciones, cero actitudes arrogantes, cero agrandamientos despóticos...

 

La Homilía de Posesión Canónica del VI Obispo de Palmira




Un Reflejo de la Renovación en la Iglesia

 

El pasado sábado 17 de agosto, la Catedral Nuestra Señora del Rosario del Palmar fue el escenario de la solemne posesión canónica del VI Obispo de Palmira, Monseñor Rodrigo Gallego Trujillo. En una ceremonia que contó con la presencia de la diplomácia eclesial en cabeza del Nuncio Apostolico Paolo Rudelli, el nuevo prelado pronunció una homilía que dejó una impresión profunda en la comunidad eclesial y en los fieles presentes.

El obispo enfatizó que, bajo su liderazgo, la diócesis no estará marcada por ambiciones desmedidas, ostentaciones innecesarias, actitudes arrogantes o despotismo. Monseñor Gallego hizo un llamado a sus sacerdotes para que sean pastores íntegros, justos y correctos, cuidando con esmero los recursos materiales y económicos que la Iglesia administra para la evangelización.

En la homilía de Monseñor Gallego, se pudo apreciar no solo una profunda conexión con las enseñanzas del Papa Francisco, sino también una firme determinación de transformar esos principios en acciones concretas dentro de la diócesis de Palmira. Sus palabras resonaron con una claridad que dejó pocas dudas sobre su visión pastoral: una Iglesia que realmente acompaña a su pueblo, con pastores que no solo guían, sino que también comparten y entienden las realidades de sus fieles.

La mención reiterada de "cero ambiciones" y "cero ostentaciones" subraya un deseo de reorientar el enfoque de la Iglesia hacia lo esencial, alejándose de cualquier signo de riqueza o poder que pueda desviar la misión evangélica. Este llamado a la sencillez y al servicio humilde recuerda a la figura de Jesús lavando los pies de sus discípulos, un gesto que simboliza la esencia del liderazgo cristiano que Monseñor Gallego parece querer encarnar y promover entre sus sacerdotes.

Además, su insistencia en la integridad y honestidad en el manejo de los recursos de la Iglesia refleja un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, valores que son cada vez más demandados tanto por los fieles como por la sociedad en general. En un tiempo donde la confianza en las instituciones puede verse comprometida, este enfoque en la honestidad es vital para fortalecer la credibilidad de la Iglesia y su misión.

Monseñor Gallego también hizo un llamado a sus sacerdotes a ser guardianes del legado recibido, un legado no solo material, sino también espiritual y moral. Esta es una tarea que requiere no solo de un profundo sentido de responsabilidad, sino también de una visión que trascienda lo inmediato, proyectando el futuro de la diócesis en términos de crecimiento espiritual y comunitario.

La referencia implícita al artículo de Óscar Suárez y a las exhortaciones del Papa Francisco sobre evitar ser "obispos de aeropuerto" o caer en la "psicología de príncipes" es una clara indicación de que Monseñor Gallego está consciente de los peligros de una vida pastoral desconectada de la realidad de su rebaño. Al abogar por un liderazgo que se mantenga cercano a su comunidad, demuestra su intención de ser un pastor que no solo se comunica, sino que también comparte y vive las mismas experiencias que sus fieles.

Este primer discurso como nuevo Obispo de Palmira establece un fuerte precedente para su episcopado. Los fieles y sacerdotes presentes en la catedral no solo escucharon una homilía, sino que también presenciaron el inicio de un liderazgo pastoral que promete ser fiel a los principios de justicia, humildad y amor que son el corazón del mensaje cristiano.

Monseñor Gallego, con su predicación, no solo ha honrado la tradición de la Iglesia, sino que también ha mostrado un claro compromiso con la renovación y el cambio. Bajo su guía, la diócesis de Palmira parece estar destinada a una nueva era de fidelidad al Evangelio y a las enseñanzas del Papa Francisco, con una Iglesia que realmente se preocupa por los pobres y se mantiene enraizada en la humildad y el servicio. Este será, sin duda, un episcopado que buscará llevar a su rebaño hacia una mayor coherencia entre fe y vida, entre palabra y acción.

En línea con las exhortaciones del papa Francisco, quien ha insistido en la necesidad de una Iglesia que huela a oveja, el nuevo obispo subrayó la importancia de la humildad y la coherencia en el servicio sacerdotal. Esta postura refuerza la idea de que los nuevos líderes eclesiásticos son elegidos no por su pedigrí, sino por su capacidad de encarnar los valores evangélicos en su vida diaria y pastoral.

La predicación de Monseñor Gallego fue un llamado a la comunidad eclesial a vivir una fe auténtica, alejada de las tentaciones mundanas y centrada en el servicio desinteresado. Su mensaje dejó claro que su misión estará profundamente alineada con el evangelio de Jesucristo y las enseñanzas del papa Francisco, guiando a su clero hacia una vida de humildad, coherencia y amor en el ejercicio de su misión sacerdotal.

Este inicio de ministerio en la diócesis de Palmira marca un nuevo capítulo, donde la renovación y el compromiso con los más necesitados serán los pilares fundamentales de su gestión pastoral. La comunidad espera con esperanza y fe el desarrollo de esta misión que, sin duda, traerá frutos abundantes para la Iglesia local.

Monseñor Gallego, con su homilía, no solo ofreció una visión de lo que será su episcopado, sino que también trazó un claro camino para sus sacerdotes y para la comunidad de fieles de Palmira. Al resaltar la necesidad de una Iglesia humilde y coherente, alejada de las tentaciones del poder y del materialismo, reafirmó la dirección en la que el papa Francisco ha querido llevar a la Iglesia universal.

Durante la ceremonia, quedó evidente que Monseñor Gallego no es un obispo tradicional, de aquellos que en tiempos pasados se distinguían por sus orígenes aristocráticos y por su lejanía del pueblo. En cambio, es un pastor cercano,  comprometido con los principios de una Iglesia que busca estar siempre al lado de los más vulnerables, tal como lo planteó la Compañía de Jesús en su histórica Congregación General 32. Este enfoque renovador es una señal de que la Iglesia en Palmira estará alineada con las transformaciones profundas que Francisco ha impulsado desde el inicio de su pontificado.

La presencia de la diplomática eclesial en cabeza del Nuncio Paolo Rudelli en la ceremonia, subraya la importancia de este acontecimiento para la Iglesia en Colombia. El respaldo de una figura tan relevante en la diplomacia vaticana resalta el peso que tiene la diócesis de Palmira en el contexto eclesial del país y el papel clave que Monseñor Gallego jugará en su desarrollo.

El mensaje del nuevo obispo también fue una exhortación a la comunidad laica. Monseñor Gallego les recordó que ellos también son parte vital de la misión de la Iglesia y que su colaboración es esencial para que la diócesis florezca en espíritu y en verdad. Invitó a todos los fieles a unirse en la tarea de construir una Iglesia que sea un verdadero reflejo del amor y la justicia de Cristo.

La homilía del VI Obispo de Palmira marca el comienzo de una etapa que se promete transformadora. Sus palabras no solo fueron un eco de las enseñanzas del papa Francisco, sino también una guía clara para un camino pastoral que busca la autenticidad y la fidelidad al evangelio. La diócesis de Palmira, bajo el liderazgo de Monseñor Gallego, se prepara para enfrentar los desafíos del mundo moderno con una fe renovada y un compromiso inquebrantable con los valores cristianos fundamentales.

Este nuevo rumbo ofrece a los fieles una oportunidad para renovar su compromiso con la fe y para apoyar activamente a sus pastores en la noble misión de llevar la buena nueva a todos los rincones de la sociedad, especialmente a aquellos que más lo necesitan. Con Monseñor Gallego al timón, la diócesis de Palmira está llamada a ser un faro de esperanza y un ejemplo de la Iglesia en acción, una Iglesia que vive y respira los principios del evangelio en cada uno de sus actos.

En conclusión, felicitamos de todo corazón a Monseñor Gallego por su inspiradora homilía y por el comienzo de su ministerio en la diócesis de Palmira. Su compromiso con los valores del evangelio y su alineación con la visión renovadora del papa Francisco son una promesa de esperanza y renovación para nuestra comunidad.

Estamos convencidos de que su liderazgo, caracterizado por la humildad, la coherencia y el amor al servicio, guiará a nuestra diócesis hacia un futuro lleno de bendiciones y frutos espirituales. Monseñor, cuente con nuestro apoyo y colaboración en esta noble misión. Juntos, trabajaremos para construir una Iglesia más cercana a Cristo, donde la fe, la justicia y la caridad sean el sello distintivo de nuestra labor pastoral. ¡Que Dios lo bendiga y lo acompañe en cada paso de su camino!

 

miércoles, 7 de agosto de 2024

Monseñor Rodrigo Gallego Y monseñor Wiston Mosquera,por favor NO SEAN OBISPOS DE AEROPUERTO

 



Recientemente El Papa Francisco ha nombrado para la región sur occidental de Colombia dos nuevos obispos. Se trata del sacerdote oriundo de Sevilla Valle, de 50 años de edad quien en la actualidad sirve a la Diócesis de Buga como vicario general, Gustavo Gallego Trujillo,para la Diócesis de Palmira

 Y del sacerdote chocoano de 57 años de edad, quien en la actualidad es vicario general de la arquidiócesis de Cali , Wiston Mosquera Moreno,  para la Diócesis de Quibdó, convirtiéndose en el primer negro en ser Obispo en Colombia.

Este sábado 10 de agosto de 2024 a las 10 de la mañana en la Basílica del señor de los milagros de Buga, el padre Gallego , recibirá la soñada consagración episcopal de manos de tres obispos consagrantes convirtiéndose en  un sucesor de los apóstoles.Estos sacerdotes seran llamados su excelencia. Recibirán la mitra y el solideo púrpura. Usarán Báculo y recibirán el anillo. Exhibirán la cruz pectoral, misma que guardarán en el bolsillo izquierdo del saco, cuando vistan de clergyman. Comenzarán a pensar en su primera visita ad limina apotolorum Petri et Pauli, dentro de cinco años.

Todo muy bonito, como en un cuento de hadas.

Gustavo Gallego Trujillo, con su trayectoria como vicario general en la Diócesis de Buga, aporta una experiencia pastoral y administrativa significativa, lo cual es crucial para liderar la Diócesis de Palmira. Su consagración en la Basílica del Señor de los Milagros de Buga, un lugar de gran devoción en la región, simboliza la continuidad de una tradición religiosa profundamente arraigada en la cultura local. La ceremonia de consagración, con su ritual simbólico y la investidura de los atributos episcopales, resalta la importancia de su nuevo rol como sucesor de los apóstoles, un título que lleva consigo grandes responsabilidades espirituales y administrativa

No quiero aguarles la fiesta a los nuevos monseñores, solo quiero recordarles la invitación que les hizo a los obispos, su santidad el Papa recientemente.

FRANCISCO,unos pocos meses despues de haber iniciado su pontificado en 2013, les hablo a los obispos del mundo, sobre todo a los nuevos, diciéndoles que evitaran el escándalo de ser obispos de aeropuerto., refiriéndose especialmente a prelados conocidos como los baby bishops.

 Y más sorprendente aun sugiriéndoles pedir a Dios la gracia del buen humor.

Todo esto entra en el contexto de la idea que tiene Francisco de lo que es un pastor, un obispo a quien se le ha confiado una porción de la Iglesia.

La pregunta que surge para un desprevenido laico como yo, es ¿porque les tiene que recomendar el papa esto a los obispos?

 Pues es que la imagen que han tenido los prelados, sobre todo en Colombia, es la de príncipes, como en la edad media donde tenían una unión indisoluble con los poderes terrenales.

Los obispos colombianos parecían gerentes de transnacionales, les gustaba tener sirvientes, tratar a sus sacerdotes como subalternos y a los fieles ni se les acercaban excepto que esos fieles perteneciesen a las altas clases sociales en cuyo caso incluso administraban los sacramentos a sus hijos en sus propias fincas. Se dedicaban a pasear al extranjero, por eso eran obispos de aeropuerto muy al contrario de lo que les pide el Papa y su altísimo y sagrado ministerio.

 "Sean pastores acogedores, caminando con su gente, con amor, con misericordia, con la dulzura del trato y firmeza paterna, con humildad y discreción, capaces de ver también sus límites y tener una dosis de buen humor".

Y.… ¿Porque será que menciona el buen humor? "Esto es una gracia que debemos pedir, los obispos, nosotros. Todos tenemos que pedir esta gracia: 'Señor, dame el sentido del humor'. Encontrar el camino para reírse de sí mismo, primero, y un poco de las cosas. ¡Y permanezcan con su rebaño! ¡Permanezcan con su rebaño!".

El buen humor es la alegría de los santos: El buen humor y la sencillez, acompañada de la humildad lo que no tenían nuestros obispos a quienes se le veía arrogantes, dominantes, se les tenía que pedir cita para hablar con ellos pues Vivian en palacios episcopales más allá del bien y del mal, alejados y desconectados de la realidad social de sus pueblos. Durmiendo tranquilos mientras que en Colombia sus fieles sufrían la desigualdad y la injusticia, aliados con el poder temporal siendo cómplices con su silencio de los atropellos que cometían los poderosos olvidando que su misión profética los lleva a denunciar la injusticia viniera de donde viniera.

Sorprendió grandemente el gesto de Monseñor Jose Augusto Castro ex arzobispo de Tunja quien saco a los medios un video con unas declaraciones a favor del paro de los campesinos en Colombia. Sorprendió porque a nosotros los católicos colombianos no nos tienen acostumbrados los obispos a tomar partido por los pobres; todo lo contrario, a que sean “prudentes” y discretos ya que pueden ganar la enemistad con los poderosos y perder sus privilegios como en Venezuela.

 Las de monseñor Castro fueron declaraciones suaves con su acostumbrado tono dulce pero firmes y concretas rechazando el término que el presidente utilizo al subestimar las pretensiones de los campesinos boyacenses, y planteando unas alternativas de solución, igualmente increpando a las fuerzas del estado.Monseñor Solo necesitaba decir dos palabritas bien dichas

No entiendo porque no las pasaron por el canal católico de Colombia Cristo Vision ni porque este medio no hizo eco de los reclamos de los pobres de YAHVE.

También se debe relievar las posturas del ex arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, quien de forma valiente hizo declaraciones objetivas frente al proceso de paz en Colombia, señalando de manera directa y sincera los obstáculos y contribuyendo a construir caminos de reconciliación que le valieron críticas y ataques de los poderosos

Estos gestos de monseñor Castro y monseñor Monsalve los convierte en unos verdaderos pastores, en unos verdaderos profetas entendiendo esto de la profecía no como la entienden las sectas de garaje que pululan en Colombia de revelarles el futuro a las personas.

Para la biblia profeta es quien habla en nombre de Dios. Es quien se convierte en la voz de los que no tienen voz. Eso fueron los obispos Castro y Monsalve.  pastores junto a su rebaño defendiéndolos del lobo feroz, echándose encima a los poderosos, entendiendo que no a cosa distinta los llamo Jesus. Se arriesgaron a tener el Cristo de espaldas como en la novela de Caballero Calderón, pero fueron   pastores auténticos. No fueron convidados a la mesa de los poderosos, pero fue llamado al banquete celestial y se le reservo un lugar en el santuario del amor infinito, ahora que regreso a la Casa del Padre, monseñor Castro y para Monsalve serán perennes las palabras, veni benditos de mi Padre….

Francisco dice: Eviten el escándalo de ser obispos de aeropuerto. Es que para un sacerdote, un pastor sobre todo si es obispo, con la plenitud del sacerdocio, es un escándalo la ostentación, algo que en Colombia antes hizo carrera ver a los obispos en los clubes sociales, con los carros más lujosos y con sus anillos de oro reluciendo en medio de la pobreza de nuestra gente.

Afortunadamente se han presentado excepciones como la de Monseñor Oscar Arnulfo Romero en San Salvador, la de Helder Camara y Pedro Casaldaliga en Brasil, Eduardo Pironio en Argentina, Gerardo Valencia Cano en Buenaventura Colombia, y Monseñor Abraham Escudero Montoya en Palmira quienes nunca tuvieron psicología de príncipes en palabras recientes del papa Francisco.

Lo de monseñor Romero o san Romero al ser canonizado por Francisco fue de heroísmo pues tras ser amenazado de muerte, continuo con las denuncias de las injusticias hasta morir acribillado en plena eucaristía frente a sus fieles.

Fueron pastores que nunca abandonaron sus ovejas, caminaron junto a ellas como dice Francisco, y ofrendaron su sangre a Dios como tributo de amor.

Muy saludable y refrescante la palabra del santo padre Francisco hoy que nos llena de esperanza al pedir una Iglesia nueva en una verdadera nueva evangelización que empiece con los obispos como líderes de las iglesias particulares. Una iglesia de los pobres y para los pobres como lo dijo al inicio del mismo pontificado

 Ojalá que estos nuevos obispos tomaran de buena manera la invitacion del Papa como una invitación al cambio y renovación y no con molestia como si de una crítica mordaz se tratara. Lo está haciendo quien lo debe hacer pues para eso lo eligieron sus hermanos los cardenales.

Mientras que la ceremonia de consagración y los símbolos asociados pueden parecer como de un "cuento de hadas", la realidad del episcopado es mucho más compleja y exigente. Gustavo Gallego Trujillo y Wiston Mosquera Moreno tendrán que enfrentarse a desafíos pastorales y sociales significativos, con la tarea de ser no solo líderes espirituales, sino también agentes de cambio positivo en sus respectivas comunidades. Su éxito dependerá de su capacidad para combinar la tradición con una visión contemporánea que responda a las necesidades y aspiraciones de sus fieles.

Que la luz del Espíritu Santo acompañe a Rodrigo y   a Wiston, nuestros queridos obispos

 

OSCAR SUAREZ

 

Oscarsuarez7.blogspot.com