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jueves, 13 de julio de 2017

CONCIENCIA DE LA VIDA

TALLER Nº 19


TEMA:
“Conciencia de la vida”

OBJETIVOS:
-           Invitar a reflexionar sobre las diversas maneras de ver la vida.
-           Valorar el dolor como compañero del diario vivir.
-           Proyectarse al futuro, sin perder el aprecio por las pequeñas cosas.
-           Vivir plenamente sin perder la proyección futura. 


DESCRIPCIÓN:
Se trata de la lectura analítica y comparativa de dos textos opuestos sobre la vida. Las dos lecturas plantean elementos interesantes e importantes y caracterizan los pensamientos occidental y oriental que sobre la existencia contemplamos.

PROCEDIMIENTO:
1.        Entregar a cada participante dos textos.
2.        Una vez leídos, cada persona responderá y desarrollará el siguiente ejercicio, según se indique:
  a.   ¿Cómo te sentiste al leer los textos?
  b.    ¿Con qué concepto de la VIDA o de vivir te identificaste más? ¿Por qué?
c.  ¿Cómo define la vida cada uno de los textos?
d. Escribe cinco semejanzas y cinco diferencias entre las dos lecturas.
3.     Escribe cinco conclusiones que te deja este ejercicio.

TEXTO Nº 1
Cuando tome solitario el camino hacia
Dios y que cierre el calendario que él
Me dio, he de hacerle el inventario de
Mi vida por aquí; le diré que es
necesario, que viví; que nací de carne y
Hueso como todos los demás, que viví
Cada segundo y algo más, que viví
Gracias  a eso que la vida me ofreció
porque el hombre, el más bueno y el
peor, por el hecho de nacer ya es
pecador.

Sin ser menos optimista que la media
general le diré en mi entrevista al
tribunal que yo he sido un beodo y un
santo nunca fui y aunque sea egoísta
viví.

Que viví y no pedía más que un poco de
amistad, que viví sólo por la felicidad,
que viví sin beatería y eso
temo más, aunque sé, Dios sabrá perdonar
cómo manda a los hombre observar.

Sin mis cartas, credenciales fuesen poco
para él, o si son superficiales, le diré
que entre todos los mortales yo he
Sido el más feliz y no temo confesarle
Que viví.

Que viví a toda vela cada día nuevo amor,
Que viví de las mujeres lo mejor,
Que viví en nombre de ellas y he
Llevado siempre en mí la mejor pasión,
Ardiente y frenesí, sin haber vivido
Mucho he de decir que ¡viví feliz! 
(CHARLES AZNAVOUR)  

TEXTO Nº 2
“Le dije a mi corazón: ¡adelante! ¡Te voy a dar placer, disfruta del bienestar! Pero vi que también esto es vanidad. A la risa le llamé: locura; y del placer dije: ¿Para qué vale? Traté de estimular mi cuerpo con el vino, mientras guardaba mi corazón en la sabiduría, y entregarme a la necedad hasta ver en qué consistía la felicidad de los humanos, lo que hacen bajo el cielo durante los contados días de su vida. Emprendí mis grandes obras: Me construí palacios, me planté viñas, me hice huertos y jardines, y los planté de toda clase de árboles frutales.
Me construí albercas, con aguas para regar la frondosa plantación. Tuve siervos y esclavas: Poseí servidumbre, así como ganados, vacas y ovejas, en mayor cantidad que ninguno de los reyes que estuvieron antes que yo en Jerusalén.
Atesoré también plata y oro, impuestos de reyes y de provincias, contraté músicos y toda clase de lujos humanos, chefs y banqueteros. Seguí engrandeciéndome más que los que estuvieron antes que yo en Jerusalén y se mantenía mi sabiduría.
No le negué nada a mis ojos ni a mi corazón. Porque así mi corazón se reponía de todas las tristezas.
Me puse a pensar en todo lo que había hecho, y todo mi afán, y vi que todo esto es vanidad y atrapar vientos con las manos, y que no se saca ningún provecho bajo el sol. Pensé en la sabiduría, en la locura y la necedad. ¿Qué vendrá a hacer aquel que me reemplace: si no lo mismo que los otros han hecho? Me di cuenta que la sabiduría está lejos de la necedad como la luz de la oscuridad, quien es sabio mantiene sus ojos abiertos, en cambio el necio es como un ciego, sin embargo sé que ambos corren la misma suerte.
Pensé entonces: “¿si la misma suerte del necio será la mía, de qué vale entonces mi sabiduría?” Y pensé que hasta eso mismo es vanidad.
Nadie se acuerda ni del necio, ni del sabio. Al correr el tiempo todos son olvidados, pues el sabio muere igual que el necio.
He destetado la vida, porque me repugna todo lo se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y querer atrapar vientos con las manos.
Detesté todos mis afanes bajo el sol, que yo dejo a mi sucesor.
¿Quién sabe si será sabio o necio? Él se apoderará de todo lo que he trabajado, y lo que realicé con fatiga y sabiduría bajo el sol, también esto es vanidad. Me desanimé al pensar en todos mis afanes bajo el sol, ¿y pensé que un hombre que se esforzó usando su sabiduría, conocimientos y destrezas, le deja todo el resultado a otro que no hizo nada? También es vanidad y mal grave.
¿Qué le queda a aquel hombre de todo su trabajo y esfuerzo bajo el sol? Porque todos su día son dolor, y su oficio penar y ni aún de noche su corazón descansa. También eso es vanidad.
Eclesiastés 2, 1-23 

PISTAS PARA LA REFLEXIÓN:
Cuando éramos niños, nuestros mayores tal vez nos dijeron: “Oye, chico, no sabes lo que es la vida”, Y se quedó entonces la preguntas: ¿Qué es la vida? ¿Quién me dirá lo que es ella es? ¿Será acaso preocuparme sólo por el momento presente y decir: “Vida hay sólo una y hay que gozarla” O tal vez: “¿Sólo vivir para lograr metas sin darse espacios?”
He aquí el gran dilema, cómo encontrar la fórmula para lograr el equilibrio entre dos posturas dicotómicas.
Vivir la inmediatez, aquí y ahora, olvidándose de la meta futurista nos impide una proyección y una programación de la vida que permita formular un proyecto serio.
Vivir ahora tiene sus ventajas: disfrutar lo cotidiano y la simplicidad de las pequeñas cosas como lo hacen los niños. ¿Y dónde queda la responsabilidad futura con los hijos, con la sociedad y la comunidad?
Si vivimos sólo proyectados en el futuro, nos perderemos la vida que va pasando segundo a segundo, minuto a minuto. Sí sólo nos preocupa el ahorro para un mañana mejor, llegará el momento en que ya no habrá ganas ni energía para disfrutar eso que atesoramos con tanto afán, se pasará l juventud, los bríos, el ánimo; ambas posiciones (futuro y ahora) deben ser equilibradas racionalmente.    


   







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Gracias por capacitarse en la Escuela de Padres del Psicologo OSCAR SUAREZ